martes, 1 de diciembre de 2015

Tania

En mi último año de la preparatoria comencé a hacer un servicio social en la escuela, ayudaba en el laboratorio de química por el turno matutino, no habían actividades todas las horas así que teníamos ciertas libertades para estar por los pasillos de vez en cuando, en alguna de tantas ocasiones me encontré con una chica de segundo año sentada fuera del laboratorio y una fuerza incontrolable hizo que le dirigiera la palabra, comenzamos a charlar pero notaba algo en sus ojos tras sus gafas, ella me veía de manera distinta a las demás personas, tiempo después nos veíamos con más frecuencia cuando ella tenia practicas dentro del laboratorio o cuando simplemente camina por los pasillos cercanos, en una ocasión me invito a que llegará a una fiesta de 15 años con ella y accedí, nuestra amistad fue creciendo y poco a poco comenzamos a tontear poco a poco, de pronto era diciembre y decidió darme un gran regalo como anticipación de navidad, después de preguntarme sobre algún color y mi talla, me regalo una camisa, la primera camisa que alguien me regalaba, fue genial, pero en ese momento era un chico de preparatoria bastante tonto, no me había dado cuenta que yo le gustaba, era ese brillo en sus ojos tras sus gafas y el de su sonrisa el que se notaba distinto ya que tenia ese sentimiento de atracción hacia mi.
Un tiempo después un amigo me pidió prestada una camisa para una boda y decidí prestarle aquella que me habían regalado, nunca la había usado y no tenia mucha intensión de usarla, y esa fue la {ultima vez que vi esa camisa, sin nunca ponérmela y recordé que fue la primera persona en regalarme una prenda de ropa a un lado de mi niñez que siempre recibía ropa, pero que en verdad fue un regalo con toda intensión, años después me siento mal y quisiera haberla usado al menos una vez.
He sido una mala persona, al terminar la preparatoria nunca más volví a verla, Su nombre es Tania,